Las patas son el principal soporte de una mesa. No solo mantienen firme la estructura, sino que soportan “la carga” que se coloca encima.
He utilizado el recurso de una mesa porque creo que con este símil es más fácil comprender lo que quiero contarte a continuación.
Tu marca, tu empresa, tu negocio… es esa mesa. Y una mesa para estar en equilibrio necesita normalmente cuatro patas.
Si a la mesa le faltase una de esas patas, se vendría abajo. Si una de esas patas fuera más corta que el resto, estaría en desequilibrio.
Cuando hablamos de marcas y de qué pilares necesitas trabajar para crecer y posicionarte como #1, también son cuatro los elementos que debes de cuidar y fortalecer.
Los 4 pilares que debes de trabajar para posicionarte como #1
1.El posicionamiento:
Es el punto de partida. El posicionamiento es el lugar que ocupas en la mente de las personas. Y, casualmente, las personas son las que compran tu producto o servicio ;)
¿Cómo te recuerdan? ¿Con qué te asocian?
Lo he comentado en otra ocasión, pero como a mí las cifras me encantan te diré que recordamos un 0,03% de las marcas que vemos cada día y cuando le decimos a “nuestro Google interno” que busque un profesional o marca para solucionar nuestros problemas con suerte nos da 2 o 3 resultados.
Esos 2 o 3 perfiles son los que verdaderamente se han posicionado en tu mente como los mejores, como los #1, y son con casi certeza con los que todo el mundo quiere trabajar.
Por eso, establecer un posicionamiento claro es el primer paso (o primera patita) para construir una marca estable.
¿Quién eres?
¿Qué haces?
¿Qué aportas?
¿Cómo quieres ser recordado?
Y sobre todo: ¿por qué lo haces?
De acuerdo con la teoría del Círculo de Oro de Simon Sinek, transmitir el reason why de tu negocio te hará conectar emocionalmente con tu potencial audiencia y conseguirás que tu marca ocupe un lugar privilegiado en su mente: posicionamiento como #1.
Porque el posicionamiento es el núcleo de tu estrategia de marca.
2. La identidad verbal:
La identidad verbal va más allá de un naming.
Es la manera que tienen las marcas de transmitir sus mensajes de manera que represente su esencia, esté alineada con su propuesta de valor, con su posicionamiento y con su personalidad.
¿Cómo habla tu marca?
Para definir tu identidad verbal será necesario trabajar tu mensajes y palabras claves, tu historia, tus hashtags o desarrollar un slogan.
El territorio verbal de una marca se va construyendo a base de la elección de una serie de expresiones y palabras que comunicaremos de manera frecuente.
Esta herramienta de branding dota a tu marca (y a sus comunicaciones) de mayor personalidad, te diferencia de la competencia (nadie puede hablar como tú) y le da coherencia porque está alineada con tus valores y posicionamiento.
Una identidad verbal bien trabajada facilitará la conexión emocional con tu audiencia.
3. La identidad visual:
La identidad visual corporativa no es solo el logotipo de una empresa.
Tiene que ver con sus colores, su tipografía, sus tarjetas de visita, su merchandising, su newsletter, su fotografía, sus creatividades, las cabeceras de redes sociales, la imagen y estilismo de las personas que están detrás… y sobre todo: su web.
La experiencia de un potencial cliente comienza cuando visita tu web… así que asegúrate de que le recibes como se merece y le sitúas en el centro de la experiencia digital que va a vivir en tu site.
Apuesta por un buen diseño y una paleta de colores “austera”. Con austera quiero decir un máximo de tres colores principales para que la percepción y la navegación sea más relajada.
Para mí tener una identidad visual bien definida es como… marcar el territorio en un doble sentido.
Por un lado, si tienes una identidad visual bien trabajada marcas el territorio a tu competencia, por ejemplo, si usas el color verde y enmarcas tu contenido en cuadros, ¿crees que tu competencia se atrevería a usar los mismos colores y los mismos elementos identificativos de tu marca?
Contar con una identidad visual propia y trabajada (atendiendo a todos los canales en los que la marca está presente) es un símbolo de profesionalidad y ayudará a que la audiencia sea capaz de reconocer y diferenciar tu marca de otra.
4. Las acciones de reputación:
Las acciones de reputación serían la cuarta patita de nuestra mesa.
Son acciones que se mueven entre el online y el offline y van desde ser ponente en una charla TED a escribir un libro, organizar un evento o aparecer en prensa.
Todas estas acciones contribuyen a reforzar tu posicionamiento como líder de tu sector. No hace falta que pongas todas en marcha a la vez, pero sí que te recomiendo que elijas una, te marques ese objetivo y comiences por ponerlo en práctica.
Poco a poco y a medida que sumes acciones, esta cuarta pata será más fuerte.
También, dentro de las acciones de reputación, no podemos olvidarnos de las acciones enmarcadas dentro de la responsabilidad social corporativa.
Cada vez más, los consumidores buscan marcas comprometidas con una u otra causa y con las que simpatizan. Se acabó lo que se conocía como “branding neutral”.
Según la consultora Hotwire, el 85% de los consumidores tienen en cuenta el posicionamiento de una marca ante temas sociales a la hora de tomar una decisión de compra.
Tú quieres contratar al mejor, quieres estar en manos del mejor profesional… todos queremos rodearnos de los mejores.
No vale con ser el mejor, también tienes que demostrar que eres el mejor.
Y esto justo fue lo que vivimos en la primera edición del taller de “Posiciónate como #1”:
Si al ver el vídeo te han entrado muchas, muchísimas ganas de encontrar tu posicionamiento en el mercado. Te diré que estamos a las puertas del segundo taller y puedes encontrar aquí la información.