Ya casi puedo escuchar cómo los niños de San Ildefonso cantan el Gordo, este domingo es Nochebuena y da vértigo ver cómo ha volado otro año más.
No sé si eres más de Papá Noel o de los Reyes Magos.
Yo tengo que reconocer que en mi casa siempre se ha celebrado más la llegada de los magos desde Oriente (soy fan de Gaspar), pero también es cierto que la tradición del bonachón con barba blanca me va conquistando.
Sin embargo, aunque me encante celebrar estas fiestas, pedir deseos y dejar el agua a los camellos, hoy quiero decirte que escribir cartas a Papá Noel es un error si hablamos de hacer crecer tu negocio.
Creo que es importante tener propósitos y metas, pero no hay que perder de vista que estos no se cumplirán por arte de magia (o por pedírselo a Papá Noel), sino que sólo se lograrán trabajando y formándose para ello.
Cualquier profesional, ya sea autónomo y tenga su propia empresa o trabaje por cuenta ajena, necesita estar en constante evolución y aprendizaje para encarar los retos que se le presentarán.
Yo misma, cuando decidí crear mi negocio, tuve que aprender muchísimo sobre lanzamientos, estrategias, funnels, gestión, ventas… y el aprendizaje aún continúa.
Por eso, antes de que finalice el año, hago balance, me marco nuevas metas y veo qué necesito para alcanzarlas… y siempre destino una partida presupuestaria para la formación.
Sé que necesito destinar tiempo y dinero para seguir aprendiendo y hacer crecer mi negocio. Es un esfuerzo activo que sé que merece la pena.
5 motivos por los que apostar por la formación corporativa
1. Nuevos contactos
La formación corporativa puede ser un espacio de networking, donde conozcas a otras personas que están en tu misma situación, pero que no son competencia, y aprender de ellas gracias al intercambio de opiniones y vivencias.
La formación no solo enriquece a nivel de conocimientos, sino también a nivel humano… y comercial.
2. Renovarse o morir
Todo cambia y evoluciona a una velocidad pasmosa y, o te subes al tren, o te quedas en el andén viendo la vida pasar.
Para no quedarse atrás, reciclarse y avanzar, la formación es clave. Una de dos: renovarse o morir.
3. Aprendes de expertos
No todo el mundo puede ser experto en todo, pero sí que puedes tratar de aprender y saber de aquello que tu negocio necesita y para ello hay que confiar en los mejores.
Casi tan importante como elegir el curso que quieres hacer es selecionar a la persona de la que quieres aprender porque el contenido es muy probable que puedan ofrecerlo distintas fuentes, pero el valor estará dado por la persona o personas que estén detrás, que compartan su experiencia más allá de la teoría.
4. Potencia tu autoestima
Así como lo lees. Invertir en formación para el crecimiento de tu empresa quiere decir que tú eres el primero que cree en ti y en lo que has puesto en marcha.
Si apuestas por seguir formándote para cuidar de tu negocio, significa que tienes confianza en ti mismo, en tu idea y este hecho lógicamente potencia tu autoestima y te hace sentir mejor.
5. Ayuda a manejar el estrés
Aunque te parezca raro, la formación adecuada nos hace sentir más preparados para enfrentarnos a los desafíos que puedan ocurrir y para gestionar mejor el estrés ante una situación nueva o que nos intimida.
Todos tenemos en mayor o menor media estrés, pero si tus habilidades y competencias aumentan gracias a la formación, estarás mejorando tu confianza y los recursos con los que enfrentarte a conflictos o situaciones que te generan ansiedad.
Creo que la formación de una persona es continua. Si eres una persona curiosa, con aspiraciones e inquietudes es probable que tú también compartas este pensamiento.
Si estás pensando en realizar un curso o en invertir en formación de cara al 2018, hace tiempo escribí un post muy solicitado por mis lectores sobre en qué deberías fijarte a la hora de elegir la formación que tu negocio realmente necesita, y sigo pensando lo mismo:
- Deberías tener en cuenta tus objetivos a corto plazo. Tu visión empresarial de aquí a 3-6 meses y observar a qué retos te enfrentarás y analizar tus carencias y fortalezas en relación a ellos.
- Deberías buscar a la persona adecuada de la cuál te encantaría aprender. Alguien que te inspire confianza, que cuente con experiencia probada…
- Deberías elegir una formación que te permitiera después rentabilizarla y aplicarla en la empresa, porque por ejemplo a mí me encantaría hacer un curso de cocina creativa, pero sé que esa formación no va a ser rentable (a priori) para mi negocio, y que debería apostar por otro tipo de formación.
Estos son los últimos consejos que quería compartir en el post de hoy. Creo que el éxito de un negocio surge del trabajo. Por supuesto que puedes escribir una carta a Papá Noel, pero quizás es mejor que no confíes en deseos navideños el futuro de tu empresa.
Espero que este post te haya sido de utilidad y me encantará leer en comentarios qué buscas tú cuando decides hacer un curso.
Pd. Hoy termina plazo para hacerse con mi curso “Cómo salir en los medios en menos de 30 días”. Un curso dinámico que va al grano, apto para todos los bolsillos y que ofrece un método rápido, eficaz y testado para que consigas esa lista de logotipos y apariciones que te ayudará a ser percibido como una marca de confianza en menos de un mes.
Si quieres salir YA en los medios y hacer visible tu negocio, esta es tu oportunidad.