este es un post invitado escrito por Mamen Villalba, de Blanco Ruso.
Aunque en algunas ocasiones se entiende por marca, el simple logotipo de un negocio, con una bonita paleta de color y unas tipografías, eso no basta para construir una buena identidad visual.
Tener en cuenta sólo el logotipo es un error muy común.
La identidad visual de una marca es parte del corazón y el alma de cada negocio. Completa la esencia de un proyecto o una empresa y como tal debe ser cuidada y mimada. Para que la marca cuente una historia y transmita el mensaje con el que queremos que vibren nuestros potenciales clientes.
Si bien son muchas las razones por las que conviene conocer las claves para construir una buena identidad visual para tu marca, me encantaría desglosarte en este post algunas básicas para que entiendas por qué es tan importante.
Pero antes de comenzar, déjame decirte que una marca no es sólo un logotipo o una imagen para un publicación en Instagram o en Facebook donde promocionamos nuestro último servicio o el producto de oferta.
Una marca es mucho más que un logo. Es una experiencia.
Es más. Si piensas en grandes marcas como Starbucks o Zara, verás que han trabajado enormemente en su experiencia con el cliente. Invitan a los usuarios de su negocio a sentir una emoción o sensación al entrar en contacto con sus empresas. Ya sea por el trato especial, el olor corporativo que percibimos en sus locales o el uso del color o la fotografía de sus publicaciones.
Estas marcas, durante años, han creado un mundo especial que rodea sus productos o servicios y han conseguido fidelizar a sus clientes de un modo extraordinario. Aún vendiendo algo que pudiera parecer tan sencillo como un café en un vaso de cartón.
Lo compramos encantados e incluso somos capaces de pagar mucho más por ese café que si lo compramos en la cafetería de nuestro barrio.
El logotipo de estas marcas, sus envases, sus colores, sus tipografías o su personalidad representan gráficamente al negocio pero él servicio que prestan, su atención al cliente, la calidad de sus productos también construyen marca aunque de una manera más intangible.
Crear experiencia de marca
Para construir una buena identidad visual hay que comenzar por los cimientos y por aquello que no es perceptible a la vista. Y es que si no tenemos en cuenta lo que significa una marca en su sentido más global, no seremos capaces de crear visualmente una marca que sea rentable.
Pasando por alto las bases de una marca, obtendremos sólo una marca atractiva pero que no funciona.
Necesitamos del análisis de ambas partes (tangibles y no tangibles) para que nuestro negocio destaque entre la multitud y entre la competencia. Con ese análisis, sabremos más tarde valernos de las herramientas de marketing y promoción, que nos ayuden a distinguirnos. Para que nuestra marca, apoyada en un buen uso de su identidad corporativa, cuente correctamente a quién ayudamos, cómo lo hacemos y cómo de bien somos capaces de hacerlo.
¿Qué es la identidad de la marca?
La identidad de una marca es la fachada de una marca. Es decir, que una marca es el concepto emocional e incluso experiencial de un negocio, mientras que la identidad de la marca es el componente visual de ésta. La que representa todas esas ideas o conceptos.
La identidad de la marca la constituye el logo, las tipografías, la paleta de color, el packaging, sus diseños o layouts e incluso sus fotografías y complementa o refuerza la reputación o recuerdo que existe sobre la marca. La identidad de marca atrae a nuevos clientes al tiempo y fideliza. Es decir, ayuda a que los clientes existentes se sientan como en casa.
En este sentido, es sumamente importante que tanto con la imagen como con la experiencia del usuario, la marca sea coherente. Es decir, se comporte como se espera de ella con su imagen.
Y es que la imagen que sirve de fachada debe de representar y reforzar las emociones de la marca. Debe transmitir su esencia. Siempre con un mensaje claro que no varía sea cual sea el soporte en el que se muestre. De no ocurrir así, la marca se presentaría de manera poco fiable.
¿Cómo se crea una buena identidad visual de marca?
Una vez que conocemos la diferencia entre los conceptos de marca e identidad de marca, te contaré cuáles son las 6 claves para diseñar una buena identidad visual de marca, no sólo atractiva sino coherente, fuerte y memorable:
Clave 1: cuenta tu historia y tu visión
El primer paso que hay que dar para diseñar una identidad de marca es conocer qué mensaje queremos comunicar y cómo va a favorecer la vida de los demás. Es decir, cuál es la visión o el propósito de la marca.
Es importante tenerlo en cuenta porque el mensaje de la marca es la propia esencia del negocio y como tal tiene que contar cómo va a mejorar la vida a las personas que entren en contacto con ella.
En este sentido, el propósito de la marca, determina su posicionamiento y también el estilo que va a tener. Historia, visión y estilo de marca van estrechamente unidos.
Clave 2: la personalidad de la marca
Como la historia, la personalidad de la marca define la imagen global o el estilo de ésta por lo que no está de más pensar a la hora de diseñar una buena identidad visual de marca ¿cómo sería mi marca si fuera una persona?
La personalidad de la marca va a definir cómo serán cada una de las partes tangibles o intangibles de la marca.
Los materiales que usará, los diseños, el tipo de fotografía, el modo en que se comunica deben provenir de una personalidad de marca arraigada al negocio. Es decir, debes definir si la personalidad de tu marca será desenfadada y pícara, seria y elegante, sobria y con interés por lo natural… etc y en función de esa decisión podrás construir tu estilo de marca.
Clave 3: el estilo de la marca
Con el estilo de marca, alineamos valores y misión de negocio.
Cuando convertimos de forma exitosa una historia o mensaje de marca de palabras a imágenes y de imágenes a elementos gráficos, comunicamos en línea con la filosofía de nuestro negocio. Comunicamos de forma efectiva para atraer al cliente que buscamos y no a otro.
El estilo nos ayudará a valernos de materiales, texturas, colores o formas para aportar una identidad visual auténtica a nuestra empresa o proyecto.
Es decir, si mi empresa se dedica al ámbito de lo tecnológico no sería de extrañar que mis tarjetas tengan un aspecto moderno y use materiales de vanguardia. Si por el contrario, mi empresa se dedica al cuidado personal, el estilo de mi marca, contaría con elementos tangibles que se asocien con lo natural o lo orgánico.
Clave 4: un logotipo memorable
El logotipo es la clave fundamental para la creación de una buena identidad visual. Es la pieza central en la imagen corporativa de un negocio y con la que deben alinearse el resto de elementos gráficos que sostienen la marca.
El logotipo de cualquier negocio debería ser memorable. Fácilmente reconocible y recordado.
En este sentido, tener en cuenta el mercado en el que se desenvuelve la marca y la competencia de la que se rodea será indispensable pues nos ayudará a saber escoger las formas o colores que nos distinguirá del resto.
Tener un logotipo sencillo, con buena lectura y distintivo en su sector, te ayudará a que la marca sea más fácilmente recordada y sobresalga en los medios digitales o impresos.
Clave 5: la paleta de color
Cuando diseño una marca para mi es imprescindible tener en cuenta la psicología del color y cómo las paletas cromáticas favorecen el captar la atención de determinados clientes potenciales.
Y es que se ha comprobado a lo largo de los siglos que la psicología del color, sigue siendo una herramienta de marketing efectiva cuando se utiliza en la creación de una buena identidad visual.
Teniendo esto en cuenta, te animo a evaluar qué cuentan los colores de tu marca. No que quedes únicamente con los dos o tres colores que priman en tu identidad visual, construye y completa una paleta de color que vibre con tu cliente ideal. Una paleta que sepa transmitir las emociones que buscas vivan cuando compran tus productos o contratan tus servicios.
Ayudarte de la creación de un tablero de inspiración o moodboard puede facilitarte el ejercicio.
Clave 6: las formas gráficas
Las formas gráficas que completan una identidad corporativa, a modo de iconos, símbolos o tipografías también comunican y hablan de una marca sin decir ni una sola palabra.
De hecho, las tipografías son la piedra angular en el esquema visual de una identidad visual efectiva porque nos ayuda a ser reconocidos y son capaces de cautivar, como pasa con los colores, a nuestros espectadores.
Las formas gráficas de una marca, transmiten sensaciones por lo que no comunicará igual una tipografía manuscrita que una robusta y firme. O no se mostrará igual de especial una tipografía caligráfica de trazos estilizados que una tipo stencil o de máquina de escribir clásica.
Y sabiendo todo esto… ¿por dónde empezar?
Con estas 6 claves en mente evaluar tu marca actual será mucho más sencillo pero, por supuesto, todas estas claves no servirán de nada si una vez las implementas dejas de cuidar y mimar el aspecto visual de tu negocio.
Mi consejo: crea una identidad visual con gráficos donde apoyarla, con un lenguaje comunicativo que hable desde tu esencia y se reiterativo y constante con ella. Aprende a manejar mínimamente tu marca, entender cómo funciona y ser algo autónomo con ella.
Será una buena fórmula para que tu marca se presente consistente y resulte memorable.
P.D. de Eli Romero: Mamen está especializa en la creación de imagen corporativa, diseñando de forma personalizada marcas con estilo que ayuden a que un negocio sea visto con la profesionalidad y seriedad que se merece.
Si quieres saber más sobre estilo y desvelar la identidad visual que va con tu marca te animo a que realices el test que ha preparado para ti.