Cuando uno elige en quién va a delegar la comunicación de su negocio pueden surgirle cientos de dudas, porque hay aspectos que valorar y que van más allá del precio o las tarifas que se presenten.
Tómate tu tiempo. Porque, en realidad, no hay prisa… y, si me permites el consejo, además de sus credenciales como agencia o su base de datos de periodistas, lo que te recomiendo que busques con tu agencia de comunicación es algo tan sencillo y al mismo tiempo tan complicado como la conexión. O lo que es casi lo mismo: el feeling.
Sentir que tienes delante un equipo profesional que pondrán a tu disposición su olfato periodístico y que tratarán a tu marca con “amor y cariño”.
Así es como me gusta tratar a mí a mis clientes. Porque me están confiando (casi) lo más valioso que tienen: (la visibilidad y percepción de) su empresa.
Contar con los servicios de una (buena) agencia te permitirá, entre otras cosas, delegar en profesionales la comunicación de tu negocio, lo que te permitirá dedicarte a lo que eres verdaderamente bueno evitando frustraciones. Ya lo decía el refrán: zapatero a tus zapatos.
Gracias al olfato periodístico de una buena agencia de comunicación surgirán ante ti nuevas oportunidades de visibilidad, impactos o acciones que antes ni soñabas o que si las soñabas pensabas que eran imposibles de realizar. Una buena agencia será capaz de encontrar tu lado noticiable, aunque creas que no lo tienes y de salir “a cazar oportunidades para tu marca”.
Además, irá más allá y te dará ideas estratégicas para poner en marcha acciones de comunicación que potencien tu marca, siempre desde una perspectiva global y crítica de la marca.
Por último, las agencias hacemos cierto trabajo “educacional” porque el mundo de los medios y cómo funciona es desconocido para la gran mayoría de la población. En comunicación no existe una varita mágica, sino el pico y la pala.
Si quieres profundizar sobre este tema, te invito a que veas el vídeo que he preparado.
Ahora dime, ¿qué puede aportar la comunicación a tu negocio? ¿Lo vas a hacer tú o te gustaría delegarlo?
Si lo vas a delegar… ¡aquí estoy! ¡Queremos trabajar contigo!